Esta grave enfermedad causada por bacterias es muy difícil de controlar y puede llegar a matar la planta. Los síntomas son muy rápidos, las hojas se marchitan poniéndose amarillas primero y después negras, para luego desprenderse y caer (este proceso puede ocurrir de la noche a la mañana). Cabe aclarar que las hojas más bajas de las plantas se suelen marchitar con el tiempo, es decir, se pondrán amarillas y se caerán. Lo anterior, es un proceso normal por el que pasan todas las plantas (ver en: Hojas secas en orquídeas). El problema es cuando todas las hojas, incluso las jóvenes, empiezan a pasar por éste proceso llevando a que el tejido de la base de las hojas comienza a tornarse negro.
Las orquídeas que generalmente se ven afectadas por ésta enfermedad son las de crecimiento monopodial, es decir, que crecen hacia arriba y no producen hijos. Algunos ejemplos son las Phalaenopsis, Phragmipedium y Paphiopedilum, orquídeas en las que sus hojas forman una corona (cuando las hojas nuevas crecen entre las hojas viejas).
¿Por qué la corona de mi planta se pudre?
- Exceso de humedad: Las orquídeas necesitan un equilibrio adecuado de humedad. Si el medio de cultivo retiene demasiada agua, si se riega en exceso, se riega muy tarde y hay noches frías o se generan depósitos de agua entre las hojas; las raíces y la corona pueden pudrirse. Es importante permitir que el medio se seque ligeramente entre riegos, proporcionar una matera con un drenaje adecuado y secar los depósitos de agua o las gotas que quedan entre las hojas. Por esta razón, es recomendable regar tu orquídea en las horas de la mañana y así darles tiempo de secar antes de que las bajas temperaturas de la noche enfríen el agua ahí depositada, rompa las células de la hoja y permita el ingreso de las bacterias.
- Daño físico: Golpes, cortes u otros tipos de lesiones pueden dejar la corona de la orquídea vulnerable a infecciones por hongos o bacterias. Es esencial manipular las orquídeas con cuidado y evitar cualquier tipo de daño.
- Infecciones fúngicas o bacterianas: Las orquídeas son susceptibles a diversas enfermedades causadas por hongos y bacterias. Las infecciones pueden afectar la corona y propagarse rápidamente. Si notas manchas oscuras, decoloración o mal olor en la corona, es posible que haya una infección.
- Problemas de ventilación: Las orquídeas necesitan una buena circulación de aire alrededor de sus raíces y corona. El ambiente húmedo y estancado puede favorecer el crecimiento de microorganismos dañinos. Asegúrate de que haya suficiente ventilación en el área donde se encuentra tu orquídea.
- Mala higiene: La falta de limpieza y desinfección de las herramientas de jardinería, materas y otros equipos utilizados en el cuidado de las orquídeas, pueden llegar a introducir patógenos en la planta. Es importante limpiar y esterilizar regularmente tus herramientas de jardinería para evitar la propagación de enfermedades.
¿Qué medidas puedo tomar para intentar salvar mi planta?
- Detener el riego: Si la pudrición de la corona se debe a un exceso de humedad, es importante suspender los riegos hasta que el medio de cultivo se seque adecuadamente. Permite que el sustrato se seque ligeramente antes de volver a regar, y asegúrate de que haya un buen drenaje en la matera.
- Desinfectar la corona: Debe aplicarse agua oxigenada o peróxido de hidrógeno y canela sin diluir y de manera abundante. Esto ayuda a que nuestra planta se deshidrate, a desinfectar y matar las bacterias.
- Aplicar fungicidas o bactericidas (depende de la causa): Si sospechas que la pudrición es causada por una infección fúngica o bacteriana, puedes considerar el uso de productos químicos específicos para tratar la enfermedad. Los fungicidas y bactericidas adecuados para orquídeas pueden ayudar a controlar la propagación de los patógenos. Sigue las instrucciones del producto y repite las aplicaciones según sea necesario.
- La planta: Deja quieta tu planta y evita mover su sistema reticular. Si este tiene algún pedazo sano, tu orquídea volverá a retoñar desde allí y podrá recuperarse, pero si lo mueves, puedes estresarla y matar tu planta.
- Promover la ventilación y la higiene: Asegúrate de proporcionar una buena circulación de aire alrededor de tus orquídeas y que mantenga una distancia adecuada entre una y otra. Coloca las plantas en un lugar con buena ventilación y evita el ambiente estancado. Además, mantén una buena higiene en tu área de cultivo, limpiando y desinfectando regularmente las herramientas y otros equipos utilizados.
- Monitorear y ajustar el cuidado: Observa de cerca el progreso de tu orquídea después de tomar las medidas anteriores. Asegúrate de proporcionar el cuidado adecuado, incluyendo la cantidad correcta de luz, temperatura y humedad para promover la recuperación (ver en: ¿Cómo cuidar a mi Phalaenopsis?). Evita cualquier factor de estrés adicional y mantén un seguimiento cercano de la salud de la planta.
*La mayoría de las veces, una vez que la corona ha sido atacada hasta la médula, el daño en la planta será irreversible provocando su muerte; pero, si la enfermedad es detectada a tiempo, hay esperanzas y podrás salvar tu mata. Por lo tanto, recuerda revisar tus plantas regularmente y actuar rápido a la primera señal de algo extraño.
Si la corona de tu orquídea está pudriéndose, te recomendamos examinarla detenidamente para determinar la causa exacta del problema. Recuerda que, en algunos casos, la pudrición de la corona puede ser difícil de tratar. Si no estás seguro de cómo proceder o si el problema persiste, te recomendaría acercarte a nuestras tiendas en Cali o Ginebra o escribirnos por nuestras redes para que nuestro personal pueda asesorarte mejor. En nuestras tiendas también contamos con todos los accesorios necesarios para tu cultivo de orquídeas, desde fungicidas, hasta Orquimedio (sustrato), bases decorativas, pesticidas, Orquiabono, materas, Orquitutor, entre muchas otras cosas.